Espero que mi vida sea estable, pero a la vez desafiante. ¿A qué me refiero? No precisamente que este llena de altibajos, pero que no sea monótona. Que si debo mudarme, tengo la oportunidad de tener hijos, si tengo que salir del país, no llevar una vida sedentaria. No quiero vivir una vida en la que todos los días sea lo mismo. Por otro lado, quiero ser recordado como el guerrero sonriente. Espero jamás dejarme ganar por ninguna batalla. Quero ser recordado por mi fortaleza, por mi empatía, lealtad, transparencia, pero más que nada, por mi felicidad. Siento que para dejar esa huella, tendría que empezar a ganar más fortaleza. Ese sería el único detalle, porque quiero ser igual de feliz que hoy soy por siempre. Además, siento que los rasgos que mencioné los poseo.
Me considero muy capaz de hablar conmigo mismo y conectar con mi conciencia. De hecho, creo que soy la persona con la que más hablo. Principalmente para regañarme o hacerme burla después de haber hecho algo absurdo. Y pues, para conectarme con mi conciencia, siento que mis mayores conexiones son al momento de escribir poemas. Pues conecto con mis memorias, mis sentimientos, técnicamente todo lo que conforma una mente humana. Es por eso que amo tanto la poesía, porque me ayuda mucho a hacer conciencia de mi yo como individuo. Yo siento que la felicidad la traigo incluida. Creo que no hay algo en específico que me haga feliz, todo siempre y cuando no me desagrade (que realmente solo es ser regañado y jugar football) me trae felicidad.
Siento que en algo en lo que puedo mejorar es en aceptarme más a mi mismo. Como bien dirían, si le hablaras a los demás como te hablas a ti mismo, no tendrías amigos. Entonces ahí lo mejoraría, en ser más flexible conmigo mismo. Aparte, también debo de aprender a valorarme por mi propia cuenta, porque esta parte de no aceptarme del todo también lleva a eso. Entonces siento que por ahí va el cambio.
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